top of page

El teatro como mecanismo civilizador de la juntosidad (sic.)

  • Liliana Rojas
  • 18 mar 2015
  • 3 Min. de lectura

Cabeza Blogjuntosidad.jpg

"No hablarás sobre generalidades." Dice el primer mandamiento de la ley de ninguna parte y a la que se aferran los artistas, la mayoría. Bueno, nosotros. Se trata de un reglamento parcial que nos sirve para comenzar a trabajar en equipo. No generalizar permite respetar la singularidad y reconocer la necesidad del otro.

Nosotros necesitamos eso porque el ímpetu desordenado no basta a ninguno de nosotros.

Creímos que se iba a poner fácil después y entonces los seres que forman parte de NUNA se subirían en una bola de nieve y rodarían amablemente volviéndose más grandes y fuertes juntos. Todo sería gracias a la gravedad, una cuestión natural.

No hay peros. Sólo que no hemos encontrado una ladera amable con las bolas de nieve. Nos estamos volviendo fuertes sin la ayuda de la gravedad. Intentamos establecer mecanismos de concordia para poder trabajar en equipo. Nos peleamos. Nos insultamos. Alguien hace berrinche. Exponemos nuestras utopías. Leemos juntos. Hablamos de perversidades. Hacemos truculentos planes. Compartimos. Bebemos café.

Un día pensamos que agentes del gobierno en turno habían intentado sabotear nuestras actividades. Esto sucedió un día en que la página de facebook de NUNA empezó a contar menos likes y menos likes y menos likes. Bueno, un like menos. Pronto y de forma muy fácil nos dimos cuenta de que era uno de nuestros ex novi@s (para mantener la privacidad no diremos si fue de Gustavo, ni de Favs, ni de Liliana, ni de Manolo, ni de Daniel.)

En fin, el caso de que se tratase del gobierno no sería extraño en lo absoluto: las políticas públicas que comprenden el arte y la educación no favorecen ni la singularidad, ni el convivio.

Pero resulta casi cansino jactarse de resistir en el arte ahora. Como si tuviéramos alternativa. Ser mártir ya está tan visto. Así que a nuestros pequeños sueños hay que enseñarles a caminar. Hay que hacerlo juntos. Para eso, por cierto, sí tenemos alternativa.

Pero estar solo no es lo que queremos aprender. En el teatro aprendemos a estar juntos, a vivir juntos, a reconocer al otro, eventualmente a confiar en el otro, en los casos más felices, a agradecer al otro.

NUNA está integrado por cinco personas cuyos intereses creativos convergen ante la necesidad de trabajar en equipo. Esta es una premisa sine qua non de toda organización de artes escénicas. La necesidad de confiar en el otro.

Y este es el estado de las cosas:

Estamos escribiendo en conjunto una obra sobre la memoria humana. El texto aún no ha sido llevado a su límite así que no apresuraremos el título. Es nuestro bebé. No sabemos aún si tiene ojos verdes o castaños, nos preguntamos cómo será su greñero. Será muy apuesto, hemos pasado noches sin dormir en su gestación.

También estamos esperando nuevas funciones de Automáticos.

Hemos confirmado la temporada de 23.344 de Lautaro Vilo. Nos vemos en octubre en el Foro Shakespeare.

Próximamente tendremos también una obra de una dramaturga mexicana contemporánea. Por aquí les daremos información conforme vayamos teniendo noticias felices.

En fin, en este momento, marchamos ansiosos de estar en escena, de mostrar nuestro trabajo. Y hemos aprendido muchas cosas entre ellas:

  • Los likes y los retweets son mercantilizables. Las tendencias pueden ser impuestas por entidades truculentas. Esto es sabido. No tienen mucho valor los likes en redes si esas personas no están también en el teatro.

  • Los premios y estímulos a las artes... Pues esos... Bueno, esos... No nos han dado ninguno.

  • Un título universitario tiene poderes limitados, muy.

  • Los gatos cazan a los gallos. Claudio es un gallo. Hay que cuidarlo.

Hasta mejores noticias.


 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Últimas entradas
Archivo
Comparte
Síguenos :
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • c-youtube
bottom of page